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jueves

Las Ocho Técnicas Shaolin de Ojos


A continuación se expone el repertorio de ejercicios conocido como "Las Ocho Técnicas Shaolin de Ojos". Su práctica mejora el estado general de los ojos. Estas técnicas han ayudado a mucha gente con problemas de ojos y les ha evitado el tener que llevar gafas e incluso operaciones.

Todos los ejercicios se realizan en posición de pie erguido y manteniéndose relajado. Para aquellas personas demasiado débiles para permanecer de pie, los pueden hacer sentados, pero con la espalda erguida.

  1. Contando Hojas: Ponerse a una distancia cómoda de un árbol o planta y contar sus hojas verdes con los ojos. Empezar con 50 hojas, después aumentar gradualmente el número a 300. Cada pocos días aumentar el número de hojas a contar.
  2. Las Estrellas Giratorias: Con los ojos abiertos, hacer girar en círculos grandes (lo más amplios posibles) los globos oculares, 10 veces a un lado, y 10 veces al otro.
  3. Ojos Grandes: Abrir los ojos lo más que se pueda y cerrarlos lo más fuerte que sea posible. Repetir unas 10 veces.
  4. Lejos y Cerca: Mirar fijamente un objeto distante, como una nube o un árbol en una montaña lejana, durante unos segundos; luego mirar fijamente un objeto cercano, como la punta de la nariz o unos granos de arena situados a sus pies durante unos segundos. Repetir unas 10 veces.
  5. Enfocando Uno: Mire fija y suavemente un punto situado una distancia entre 1.5 y 3 metros aproximadamente frente a usted con los ojos fijos todo el tiempo que pueda, desde unos segundos a unos minutos. Al principio sus ojos se cansarán o dolerán y saldrán lágrimas de los ojos. Esto es parte del proceso de entrenamiento o de recuperación. Inicialmente cuando su tiempo de mantener la mirada sea corto, podrá repetir el ejercicio unas cuantas veces, pero a medida que su vista mejore progresivamente usted podrá mantener la mirada fija en el punto durante muchos minutos de una manera cómoda y firme.
  6. Nutriendo el Espíritu: Cierre suavemente los ojos y deje que su chi (energía) alimente los ojos y el espíritu. Al principio usted puede sentir picores en los ojos. Esto es una buena señal que indica que el chi está trabajando en sus problemas del ojo. A medida que usted progresa, usted sentirá los ojos descansados y la mente fresca. (Nota: "Nutriendo el Espíritu" puede parecer similar la "Meditación Sentado" pero es realmente diferente. No obstante, los estudiantes no necesitan preocuparse de las diferencias.)
  7. Masaje de Puntos: Masajear la cara con ambas palmas y después usar los dedos para masajear los puntos de energía alrededor de los ojos: en la base de la nariz, en las sienes (aquí, utilice la base de las palmas para el masaje) y detrás de los oídos. Si usted no sabe donde están los puntos de la energía, masajee sólo la cara, alrededor de los ojos, de la nariz y de los oídos.
  8. El Tambor Celestial: Cerrar los oídos firmemente con las palmas de las manos y golpear la parte posterior de la cabeza con los dedos 24 veces. Se debe oír dentro de la cabeza el sonido como de un tambor resonando.

Practique una vez cada mañana. Al principio, comience con la técnica 1 y termine con las técnicas 7 y 8. Después, alrededor de de una semana o dos de práctica diaria, añada la técnica 2, después la técnica 3, etcétera. Después practique las Ocho Técnicas en ese orden en una sesión.

Como todos los ejercicios de Chikung, estas Ocho Técnicas Shaolin de Ojos no son sólo para personas con problemas en los ojos, sino que también las personas con los ojos sanos obtendrán mucho beneficio de ellas. No sólo tendrán una buena vista (incluso a una edad avanzada), sino que también su espíritu estará fresco. El dicho de que los ojos son las ventanas del alma no es sólo una frase bonita sino que también es una gran verdad.

Fuente : http://www.wahnammadrid.org/ojos.php

domingo

COMO LLEGAR A JANAJPACHA

La Comunidad Janajpacha está a pocos km de Atlántida, en el departamento de Canelones.

Desde Atlántida se toma la Ruta 11 y a los 7 km. sobre mano derecha se encuentra el club de "La Chinchilla", pasando este unos 500 m. encontramos el Camino a Solís Chico (tiene un cartel que lo indica), recorriendo por el mismo 1400 mts. está la comunidad, la dirección exacta es:

Cno. a Solís Chico a 1400 mt. de Ruta 11 km. 159.500. "La Chinchilla"- Estación Atlántida- Canelones.

Para llegar en transporte público, el ómnibus 754 de Copsa que cubre la linea Pando-Parque del Plata llega hasta la entrada del Cno a Solís Chico, por lo que desde Montevideo se puede venir por Pando o por Atlántida, tomar el 754 en una u otra dirección, bajar en el Cno a Solís Chico y luego caminar 1400 mt. que son aprox. 15 minutos.

Se puede coordinar para ir a buscar a los que vengan en bus a Atlántida.

sábado

Les dejo un interesante artículo, publicado por la Instructora Marcela Thesz – Córdoba, Argentina.

EL MOVIMIENTO IMPERFECTO


Los movimientos de tai chi tienen tantas facetas que es prácticamente imposible ejecutarlos a la perfección. Además, como el cuerpo guarda las emociones en los músculos, los tendones y los nervios, la ejecución del movimiento depende del estado emocional de la persona, haciéndolo mas estable, menos fluido, rígido, suave o tenso cada vez, pero siempre imperfecto.



La intención del arte no es la búsqueda de la perfección. No buscamos los practicantes adquirir la capacidad de poder considerar muchas variables a la vez (la postura, la respiración, el estado de la mente, la tensión en los músculos y más y más…) para lograr en un 100% el objetivo, sino a través del movimiento conectarse con lo interno, con lo que está sucediendo por dentro de uno y sentir.


Lo que uno percibe a través del movimiento es distinto cada vez que lo ejecuta. Es imposible intentar percibir todo a la vez, entonces unas veces percibimos las dificultades en la respiración, otras veces el maestro nos muestra los errores en la postura y otras veces nos alegramos por lo bien que estamos practicando. No importa el orden, ni si es un éxito o un fracaso, solamente uno se conecta con lo que está sucediendo y de ello aprende.


La mente, nublada por lo que escucha del entorno, nos pide perfección y auto-exigencia hasta lograrla. Pero la perfección en el tai chi no tiene sentido ya que lo que busca la mente está fuera y va en contra de la intención del arte porque lo desconecta a uno de lo interno.


La energía circula en el universo (interno y externo) en constante mutación. Siempre hay cambio, el momento de perfección es ínfimo, impermanente. Ya he comentado que la
perfección es estancamiento, en ese estado la energía se agota y muere. Además, la perfección esclaviza. Cuando uno logra realizar algo de manera perfecta, la primera emoción que surge a continuación es el miedo a la pérdida. Perder eso que tanto costó perfeccionar genera sufrimiento, innecesario por cierto, pero presente.


Nos volvemos esclavos de la perfección, realizando lo necesario a costa de mantenerla. Dejamos de hacer lo que queremos y disfrutamos por hacer lo que la perfección nos demanda. Perdemos muchas veces el sentido de la vida, la conexión con uno mismo y con el aquí y ahora por sostener la perfección de…

… la casa perfectamente limpia, corriendo atrás de cada uno que la ensucia en vez de disfrutar el pequeño momento de orden.


… la cama perfectamente tendida, evitando sentarnos en ella para ponernos los zapatos, lastimándonos las lumbares al calzarnos de parados.


… la ropa perfectamente planchada, sentándonos con cuidado para que no se arrugue y tensando todos los músculos en ese proceso.


... el cuerpo en su peso perfecto, sufriendo por no comer nada de eso que nos gusta hasta que en las vacaciones engordas 5 kilos.


… la piel tersa perfecta sin arrugas, gastando un montón de tiempo y dinero en cremas anti-age, para que de todos modos la arruga aparezca por el estrés con el que vives.


Luego de alcanzar la perfección uno se vuelve prisionera y la vida se torna vacía. Sabiendo este resultado, ¿tiene sentido buscar la perfección? Por supuesto que no. Pero todos, en algún momento de la vida, en algún espacio y cuestión particular buscamos obsesivamente la perfección y somos cautivos de ésta. Reconozcamos y soltemos eso.


Lo imperfecto es lo que nos hace distintos entre si. Permitirnos la imperfección en todo, absolutamente todo, nos hace libres, nos permite fluir con la energía de universo, cambiar, evolucionar.


El movimiento en el tai chi es imperfecto, porque es la única manera de que la energía fluya y es esa la intención del arte.



Fuente: http://taichidelparque.blogspot.com/2010/07/el-movimiento-imperfecto.html


viernes

Los 10 principios esenciales del Tai Chi Chuan

Transmitidos oralmente por Yang Cheng Fu, transcrito por Chen Weiming

1. Vacío, presente, empujante hacia arriba y energético “Empujar hacia arriba y energético” significa que la cabeza está bien erecta y alineada así que el espíritu (shen) puede alcanzar el punto más elevado. Eviten el uso de la fuerza muscular, que volvería rígido al cuello y perturbaría la circulación de la sangre y del qi. Que vuestro espíritu sea vacío, vivo (o libre) y natural. De lo contrario la fuerza vital no puede ponerse en movimiento.

2. Entrar el pecho y estirar la espalda
“Entrar el pecho” consiste en retenerlo ligeramente hacia el interior, para que el Qi baje a concentrarse en el "campo de cinabrio" (dan tian). Eviten sacar pecho, pues, al estar el hálito comprimido a este nivel, la parte superior del cuerpo estará pesada, la inferior liviana y los pies tendrán tendencia a flotar. “Estirar la espalda” consiste en hacer adherir el hálito a la espalda. Entrar el pecho acarrea naturalmente un estiramiento de la espalda, lo que permite emitir la fuerza a partir del eje espinal, y entonces no tendrán rivales.

3. Relajar la cintura
La cintura gobierna todo el cuerpo. Los pies tienen fuerza y la pelvis asiento sólo si se es capaz de relajar la cintura. Los pasajes de "lleno" a "vacío" se efectúan a partir de movimientos giratorios de cintura. Por eso se dice: "La fuente de mando está en la cintura". Cada vez que hay falta de fuerza en la forma de ustedes, búsquenla en la cintura y en las piernas.

4. Distinguir entre lo "lleno" y lo "vacío"
El primer principio en el arte del Taijiquan, es distinguir lo "lleno" y lo "vacío". Si todo el cuerpo se apoya en la pierna derecha, se dice que la pierna derecha está "llena" y la pierna izquierda "vacía" y viceversa. Los movimientos giratorios son efectuados con liviandad, agilidad y sin el mínimo esfuerzo si se sabe distinguir lo "lleno" y lo "vacío"; en caso contrario, los desplazamientos son pesados y torpes, el cuerpo no tiene estabilidad, y un adversario puede controlarlos fácilmente.

5. Hundir los hombros y dejar caer los codos
Hundir los hombros consiste en relajarlos y dejarlos caer, si no se los puede relajar y dejar caer, se levantan, provocando una subida del hálito y , en consecuencia, una falta de fuerza en todo el cuerpo. Dejar caer los codos a lo largo del cuerpo consiste en relajarlos. Si están levantados, los hombros no pueden bajar y es imposible empujar muy lejos al adversario. Seria como en las artes marciales externas que emplean una fuerza discontinua.

6. Usa la intención y no la fuerza muscular
Se dice en los Clásicos del Taiji: "Todo reside en el empleo de la intención en vez de la fuerza". Durante la práctica del Taijiquan el cuerpo está relajado y extenso. No usen la mínima energía grosera, que pudiera estancarse entre los huesos, los músculos o las venas. Sólo entonces pueden efectuarse los pasajes de un movimiento a otro, con liviandad y facilidad, y ejecutarse los movimientos giratorios naturalmente. Algunos dudan de que sea posible tener una fuerza duradera sin el empleo de la fuerza muscular, pero el cuerpo humano posee canales de circulación del hálito, así como la tierra tiene sus arroyos. Si los arroyos no están obstruidos, el agua corre; si los canales no están tapados, el hálito circula. Cuando una energía rígida llena estos canales, la sangre y el hálito se perturban, los movimientos circulatorios carecen de agilidad y basta con tirar un cabello para que todo el cuerpo se desestabilice. Si en vez de la fuerza muscular se emplea la intención, a donde llega la intención llega el hálito. Así, la sangre y el hálito circulan continuamente en el cuerpo sin detenerse un solo instante. Gracias a un largo entrenamiento se adquiere la verdadera energía interior, y como se dice en los Clásicos del Taiji: "La agilidad y flexibilidad extremas producen la resistencia y rigidez extremas". Quienes están familiarizados con la técnica del Taiji y la dominan, tienen los brazos como hierro envuelto en seda, la fuerza está profundamente alojada, mientras que los discípulos de las artes marciales externas manifiestan la fuerza muscular en la acción y parecen flotar en la inacción. Esto prueba que la energía muscular es sólo una energía superficial sin valor, muy fácil de guiar y desviar.

7. Enlazar arriba y abajo
Enlazar arriba y abajo es conformarse al siguiente principio enunciado en los Clásicos del Taiji: "La energía toma su raíz en los pies, se desarrolla en las piernas, es dirigida por la cintura y se manifiesta en las manos y en los dedos. De los pies a las piernas y a la cintura, se necesita una unidad perfecta". Todo movimiento de las manos va acompañado de un movimiento de la cintura; cuando los pies se mueven, la mirada se mueve al mismo tiempo con ellos; en este caso puede decirse que arriba y abajo están enlazados; pero si una sola parte del cuerpo no se mueve con el resto, hay desorden y dislocación.

8. Armonizar el interior y el exterior
El trabajo del Taijiquan es un trabajo del espíritu. Por esto se dice. "El espíritu es el general, el cuerpo sus tropas". Si pueden poner en movimiento la fuerza vital, los movimientos son espontáneos, livianos y ágiles. La forma nada más que lleno y vacío, abierto y cerrado. Cuando se habla de abrir, no se trata únicamente de abrir los pies y las manos sino también de abrir la intención mental con ellos. Tampoco el cerrar es sólo un cerrar los pies y las manos, sino también la intención mental tiene que cerrarse con ellos. Si el interior y el exterior están unidos en un solo hálito, entonces serán un todo inseparable.

9. Practicar con continuidad y sin interrupción
La fuerza de los que practican los sistemas externos es la energía grosera adquirida, por lo tanto la vemos empezar y terminar, continuar y parar. La fuerza inicial se agota antes de que surja la nueva. En este nivel uno es fácilmente derrotado por otros. Como en el Taiji se utiliza la intención y no la fuerza, todo está ligado sin interrupción del principio hasta el final; cuando una revolución se termina otra comienza, el movimiento circular se desarrolla infinitamente. Dicen los Clásicos del taiji: "Como el Yangtse o río amarillo, se mueve sin fin". También: "Mover la energía es como devanar un hilo de seda de su capullo". Todo esto expresa la idea de que todo está unido por un solo hálito (Qi).

10. Buscar la quietud dentro del movimiento
Los practicantes de las artes marciales externas creen que la habilidad consiste en saltar y agacharse. Agotan su Qi y después del ejercicio se quedan siempre sin fuerza. El Taijiquan usa la quietud para dirigir el movimiento. Incluso cuando estamos en movimiento permanecemos tranquilos. Por lo tanto, al practicar las posturas, cuanto más lento mejor. Cuando uno va más despacio la respiración se vuelve lenta y se alarga, el Qi puede bajar en el “campo de cinabrio” (dan tian) y se evitan de forma natural los efectos perjudiciales del pulso acelerado. Si el estudiante se aplica con atención, podrá comprender lo que esta atrás de estas palabras.

Fuente: http://taichiyanguruguay.com/articulos.html#10principios

domingo

Sonríe, respira y ve despacio...



Los monjes Zen tienen fama de vivir una existencia plena, tranquila y de ser muy longevos debido a su filosofía de vida. Thich Nhat Hanh, simplifica el estilo de vida Zen en una frase: “Sonrie, respira y ve despacio.

Hay 12 puntos fundamentales y básicos para llevar una vida parecida a los monjes Zen sin necesidad de tener que convertirse en uno de ellos:

1. Una cosa cada vez. Es parte de la vida de un monje Zen, una tarea, nada de multitareas. Un proverbio Zen dice “cuando camines, camina. Cuando comas, come”

2. Hazlo pausadamente y con propósito. Aunque hagas una cosa cada vez, pueden realizarse aleatoriamente y con precipitación. Por el contrario tus acciones deberán ser razonadas y realizadas con pausa, así ganarás en concentración.

3. Hazlo de forma plena. Centra tu mente en la tarea y complétala antes de pasar a la siguiente. Si algo queda inacabado, aparta la tarea completamente no dejando ningún resquicio. Si preparas un bocadillo, no lo comas hasta que hayas recojas y limpiado todo lo que utilizaste para prepararlo.

4. Haz menos. Un monje Zen no tiene una vida perezosa. Se levanta pronto y trabajada durante todo el día, pero no genera una lista de tareas sin acabar. Realice las tareas que realice serán esas y ninguna más. Menos tareas significa poner tu atención en ellas y las realizarás plenamente, Muchas tareas programadas hará que saltemos de una a otra rápidamente sin pensar y sin concentrarnos en ellas.

5. Espacia las tareas. Disponer de tiempo entre tareas te ayudará a concentrarte en ellas y te facilitará completarlas. Una programación relajada ayudará a finalizar tareas que se alarguen disponiendo del tiempo que necesario para finalizarlas.

6. Desarrolla rituales. Los monjes Zen tienes sus propios rituales para las tareas que realizan, desde comer a limpiar o meditar. Eso les ayuda a darles la máxima atención y a que sean realizadas, con pausa, correctamente. No tienes que seguir ningún ritual, crea tus propios para cada tarea que realices, preparar comida, limpiar, despertarse o acostarse o hasta como preparase para el ejercicio.

7. Asigna tiempo para ciertas tareas. Hay tareas diarias que requieren un horario específico. Determina el tiempo para el aseo, para trabajar, para limpiar o para comer. Esto asegura que las tareas sean realizadas regularmente. Si para ti una tarea tiene la importancia suficiente para realizarse con regularidad, asígnale el tiempo necesario.

8. Dedica tiempo a sentarte. Una parte fundamental de la vida del monje Zen es la meditación sentado (zazen). Esto requiere designar un tiempo simplemente para sentarse. La meditación es práctica ayuda a encontrase pero no hay por qué realizarla cuando estés sentado. Hacer ejercicio puede ser una buena práctica para centrarse en uno mismo, cualquier actividad te pude ayudar a encontrarte.

9. Sonríe y ayuda a los demás. Los monjes Zen dedican parte de su día al servicio a los demás. Esto enseña humildad y aleja el egoísmo de sus vidas que se orientan al servicio. Dentro de la familia o fuera puedes dedicar ese tiempo a los demás. De igual forma sonreír y ser amable con todo el mundo ayuda a mejorar la vida de los que te rodean. Considera unirte al trabajo voluntario de caridad.

10. Haz que limpiar o cocinar sean parte de la meditación. Además de la meditación zazen, limpiar y cocinar son partes importantes del día de un monje Zen. Pueden resultar ensalzantes al realizarlas cada día como practica del auto-conocimiento. Si para ti son aburridas, intenta hacerlas parte de la meditación, concéntrate en ellas, hazlas pausada y plenamente, tu día cambiara plenamente (y tu casa estará más limpia).

11. Piensa qué es necesario. Hay muy poco en la vida de un monje Zen que no sea necesario. En su armario no hay prendas eclusivas, ni muchos zapatos, nada de instrumentos tecnológicos, coches o comida basura (su dieta suele ser vegetariana). No es necesario vivir como un monje Zen pero nos tiene que servir para recordar que hay muchas cosas en la vida que no son necesarias, y es interesante pensar que necesitamos realmente en nuestra vida y que cosas son necesarias.

12. Vive de forma sencilla. Es el corolario de la regla 11, si no es necesario, puedes vivir sin ello. Libérate de aquello que no sea necesario o esencial. Para cada uno, esto será diferente, familia, lectura, ejercicio o lo amigos pueden ser algo esencial en tu vida. Decide que es lo más importante para ti y hazle hueco en tu vida eliminando lo que no sea esencia

Recibido de Irene (web)