Una de las principales influencias de una casa es el sol. La radiación solar proporciona una poderosa energía Chi a cualquier habitación. Al ir desplazándose por el firmamento, el sol suministra energía a las diferentes partes de la casa. Una vez que ha pasado el sol, la energía Chi de una habitación disminuye lentamente hasta que, al día siguiente vuelve a cargarse.
Velas: aunque más suaves que la luz eléctrica, las velas añaden una energía caliente al espacio, contribuyendo así a crear una atmósfera apasionada e interna. Colóquelas a pares si quiere mejorar o comenzar una relación.
Sal marina: resulta útil para limpiar y estabilizar el flujo de energía en el hogar. Ponga dos cucharadas grandes de sal marina en un recipiente pequeño, derrámela en el suelo antes de irse a la cama y pase el aspirador al día siguiente.
Espejos: para reorientar y mantener la energía en movimiento ponga espejos por toda la casa. Son ideales para las habitaciones oscuras, pequeñas o estrechas. No lo coloques frente a las puertas, ventanas u otros espejos. Aléjelos del dormitorio y evite tener uno delante de su cama.
Flores frescas: utilice flores para obtener una energía vivificante y más color, así como para iluminar una habitación. Los colores luminosos crearán una atmósfera viva, mientras que los tonos pálidos proporcionarán un clima más relajado. Tírelas en cuanto comiencen a marchitarse.
Iluminación: la iluminación eléctrica también aporta energía a las habitaciones. Por ejemplo, las lámparas dirigidas hacia arriba hacen que los techos parezcan más altos, la luz indirecta es suave, las lámparas de mesa, con pantalla, dan una sensación de comodidad e intimidad.
Plantas: las plantas aportan energía natural al hogar. Son adecuadas para todas las habitaciones siempre que se mantengan sanas. Las plantas reducen la contaminación del aire y el ruido.
Campanillas de viento: su sonido ayuda a que la energía se disperse. Lo ideal es colocarlas encima de una puerta de madera y que ésta choque contra la parte inferior de las campanillas al abrirse.
Tai Chi
“Existe al menos un rincón del universo que puedes mejorar y eres tú mismo”
En China se practica desde hace siglos para ayudar a prevenir enfermedades y en Occidente son cada vez más los que deciden aprovechar los beneficios de esta técnica.
Origen: aunque se desconoce cuando empezó a practicarse el Tai Chi, una de las leyendas más populares respecto a su origen se remonta al siglo XII, cuando un monje se quedó tan maravillado al observar los movimientos que la serpiente ejecutaba para defenderse y atacar al ave, que intentó reproducir los movimientos combinándolos con los ejercicios de respiración Taoísta, creando así la técnica del Tai Chi.
Otras teorías defienden que esta práctica surgió como un arte marcial de los monjes, quienes no podían utilizar armas.
Secuencia de ejercicios: aunque existen cinco estilos de Tai Chi (Chen, Yang, Wu, Woo y Sun), el más popular en Occidente es el Tai Chi Yang. Esta modalidad es apta para todas las edades y especialmente recomendable para la gente mayor, puesto que se trata de un ejercicio suave. Para practicarlo se recomienda asistir a clase con un profesor cualificado que nos enseñe a coordinar cada movimiento con una respiración.
Aseguran los más ortodoxos que para conseguir los máximos beneficios deben practicarse en el exterior, ya que de esta manera se equilibra la energía vital y personal.
Fuente: Revista Mujeres en Movimiento
buena informacion
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