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domingo

Campo Energético Durante una Práctica de Chi Kung

La foto que les muestro fue tomada un sábado de práctica en el Parque Rivera en el mes de mayo. Fue unos diez minutos antes de comenzar la clase de chi kung con los estudiantes de "Hilos de Luz"
Lo interesante de la misma y en lo cual les pido pongan atención, es en la formación del campo energético durante un ejercicio de Nei Kung.
Si aceptamos que la energía interior (Chi) que circula por nuestros cuerpos es bioelectricidad, podemos hacer facilmente una definición del Chi Kung basada en el concepto de la electricidad.

Podemos entonces decir que:

1. Los canales de (Chi) son como cables que llevan la corriente eléctrica.
2. Los órganos internos son como los componentes (resistencias, bobinas,etc.).
3. Los vasos de (Chi) son como condensadores que regulan la corriente del circuito.

En pocas palabras, la energía que generamos a través de los ejercicios de Chi Kung mejoran la calidad de vida, incrementan la vitalidad, ayudan en las enfermedades y forman un campo de energía exterior que hoy pudo ser captado con una cámara digital.

Esta foto es una de casi veinte sacadas durante esos minutos y es la única que presenta ese
fenómeno alrededor. Estemos atentos durante nuestras prácticas a sentir las sutiles energías presentes durante los ejercicios.

En una próxima entrega ampliaremos el tema de la bioelectricidad y Chi ya que hay muy buenos artículos de prestigiosos investigadores sobre este tema.

Néstor


QUE ES EL ZEN ?

El Zen es un camino práctico para devenir plenamente consciente y revelar la verdadera naturaleza del ser. Para saber lo que el Zen es, y especialmente lo que no es, no hay otra alternativa que practicarlo. En este sentido, los maestros Zen suelen afirmar:

“Los que saben no hablan

los que hablan no saben”

Para muchas personas, el Zen se ha convertido en un asunto relacionado con lo más profundo de sus vidas.

¿Existe alguna doctrina o texto institucional sobre el Zen?

El Zen nunca fue institucionalizado. En realidad, muchos de sus antiguos exponentes fueron individualistas universales que no pertenecieron a organización alguna ni buscaron el reconocimiento de una autoridad formal.

De todas formas, algo se podrá concretar acerca del ZEN

¿es una religión o una filosofía?

El Zen es una práctica y una concepción de la vida. No es una religión ni una filosofía. No es una psicología o cierto tipo de ciencia. Es un ejemplo de lo que se reconoce como un “camino de liberación”. Por fortuna o por desgracia, el Zen es sobre todo una experiencia de carácter no verbal, absolutamente inaccesible por medios literarios o eruditos.

Sin embargo, supongo que existirán escritos legitimados que transmitan su esencia.

En el Zen, lo fundamental es la experiencia personal. El Zen insiste en la vivencia interior. No concede valor alguno a los escritos llamados “sagrados” y a su interpretación por parte de los eruditos. La esencia de su transmisión ha venido corriendo a cargo de maestros que una veces habían sido reconocidos por anteriores maestros y otras no. Se dice que una vez aprendidas las técnicas con cierta rigurosidad,

brota la espontaneidad y se abandonan las explicaciones. A todo este conjunto de conocimientos se lo llama: “Practica”.

¿Tanto valor tiene la espontaneidad?

La acción espontánea consiste en ser eminentemente humana. ¿Hasta qué punto el Zen valora y respeta a la propia condición humana? En este sentido, la anécdota siguiente puede ilustrar la mencionada posición:

“Un monje Zen lloró al enterarse de la muerte de un pariente próximo. Ante esta acción, un compañero objetó que tal conducta era impropia de un adepto ya que dejaba al descubierto la existencia de un gran apego personal. El aludido replicó: “No seas estúpido. Lloro porque tengo ganas”.

Pero tal espontaneidad ¿no resulta abandono y descontrol?

En los primeros tiempos de la educación se pone en juego el control de todos los movimientos y emociones, se disciplina el apego, la queja y la reacción impulsiva. Es decir, se construye un ego equilibrado y lógico. Más tarde, en el camino de vuelta, se vivencia la pureza de la espontaneidad original.

¿Puede poner un ejemplo?

Cuando aprendemos a conducir, debemos controlar todos los movimientos de manos y pies. Cualquier paso está calculado y debe ser preciso. Más tarde cuando ya hemos incorporado la enseñanza, brota la espontaneidad de movimientos que precisamente convierten la conducción en una acción espontánea que tiende a ser pura maestría.

Observo que la acción es lo que prima en el Zen

“Al caminar, solo camina,

al estar sentado sólo siéntate, al comer come y, sobre todo, no vaciles”.

La cualidad esencial de la naturalidad consciente es la sinceridad de la mente indivisa que no tiembla ante alternativas.

“Cualquier cosa que tu mano quiera hacer, hazlo con todas tus fuerzas.”

El silencio mencionado, ¿no es acaso algo pasivo que expresa ausencia o muerte?

El silencio meditativo no es el silencio del desierto que está desnudo de toda manifestación de vida, tampoco es el silencio de un cadáver. Se trata de un silencio de plenitud en el que hallan integradas todas las antítesis mentales. En palabras simbólicas, se trata del silencio del Profundo sumido en la“tranquilidad del trueno”.

Aún así resulta algo incierto lo que dice.

¿Puede explicar mejor la naturaleza del Zen?

“Un estudiante Zen insistió a su maestro en que quería saber dónde estaba la entrada al camino de la verdad. Ante tal demanda, el maestro le dijo”:

-“¿Oyes el murmullo del arrollo?”.

-“Si, lo oigo”, respondió el estudiante.

-“Pues allí está la entrada”

Sigo sin saber por donde van exactamente los tiros…

Es frecuente que cuando el estudiante reclama una explicación lógica de la enseñanza del Zen, los adeptos tienden a responder precisamente algo que sume a los demás en la mayor confusión. El querer explicar o analizar el contenido del Zen respecto a la iluminación es un intento inútil. Se trata de la vivencia repentina de la sabiduría para “cruzar a la otra orilla” y sentir con certeza que todas las cosas carecen de naturaleza independiente puesto que solo existen en relación con otras cosas. Una vivencia que sin duda sucede en el repentino despertar. Se trata de experimentar que nada en el Universo puede existir por sí mismo, y saber que luz y sombra, largo y corto, negro y blanco son términos relativos y no independientes el uno del otro.

Busquemos otra forma de comprender,

¿de donde proviene el Zen?

Tiene su origen en China, pero el camino del Zen está fuertemente arraigado en el suelo natal de la India. Hay una tendencia a referirse al Yoga y al Zen conjuntamente como caminos de meditación oriental. Y en cierto modo, las similitudes entre ambos son ciertamente incuestionables. La raíz de la palabra yoga significa “poner un yugo”, unir. Y en realidad, el Zen y el Yoga en su entrenamiento central mantienen al unísono las mismas tres bases: la postura sedente, la respiración y la concentración. La experiencia Zen se caracteriza por un despertar que, atravesando las capas de la mente consciente y racional, accede al Ser transobjetivo, autentica experiencia de la Realidad.

¿A qué realidad se refiere?

A la Realidad con mayúsculas, es decir a la que existe más allá de toda definición mental. A la conciencia pura.

Ya volveremos a ello. Entonces, ¿el Zen nace en China?

El Zen en particular es un producto de la fusión del Budismo de la India con la cultura taoísta china. El Zen llegó a China a los cuatrocientos años de la era cristiana. En realidad, el Zen como práctica y como camino surge a partir del matrimonio de las mentalidades china e india. En Europa se tiene conocimiento de la práctica Zen en el siglo XX manifestando una formidable y silenciosa expansión.

¿Por qué se lo busca? ¿qué proporciona el Zen?

El Zen es un camino de liberación interior, es decir una liberación de la atadura a las suposiciones y prejuicios que condicionan nuestra mente ordinaria. Desde el Zen, se observa la vida directamente con la plena espontaneidad original o calidad del sí mismo. ¿Cómo se puede vivir cada instante lo NUEVO si nuestra “gafa de ver y sentir” está inconscientemente condicionada por memorias y proyecciones? ¿cómo es posible vivir la sorpresa que cada momento trae si no se han previamente liberado de las memorias los conceptos encadenados a cada percepción? ¿cómo se puede experimentar el sí mismo con la frescura del “niño supraconsciente” abierto al momento presente?

¿A qué se refiere con eso de “sí mismo?

Como he aludido, el sí mismo es la identidad esencial u original que existe en una dimensión más profunda y más allá de la definición de las personas y las cosas. El sí mismo no es lo mismo que el ego individual o la persona con la que habitualmente vivimos identificados creyendo que somos; la experiencia del Ser es una experiencia profunda y total. En realidad, para que se produzca la liberación, el ego o persona que tiene nombre y que nace y que muere, se ve obligado a ceder espacio a una Conciencia de Totalidad que esté en comunión con la realidad de todas las cosas existentes.

Se ha mencionado la cultura taoísta de la antigua China, pero ¿Qué es el Tao?

Con el término Tao se hace referencia a ESO, a la realidad inefable que todas las religiones y caminos de liberación hacen referencia en el núcleo numinoso de su doctrina. En este sentido, la diferencia cultural entre el Tao y la idea usual de Dios es tan sólo de matiz, ya que mientras la idea de Dios produce el mundo por creación, ya sea en 7 simbólicos días o por cualquier otro acto de supremo poder, la concepción del Tao produce el mundo por no creación que significa algo parecido a lo que llamamos “crecimiento”. En efecto, mientras que las cosas “creadas” constan de partes separadas que han sido unidas como las piezas de una máquina, es decir, de fuera a dentro, por el contrario, las cosas que se han producido por crecimiento se dividen en capas de adentro hacia fuera.

¿Y qué resulta destacable en el Zen del Budismo indio?

El Budismo señala el Camino Medio entre los extremos del ángel y del demonio, es decir entre lo ascético y lo sensualista, sosteniendo que el supremo “despertar” o nivel búdico puede alcanzarse desde el estado humano. Una mística intuición de la no dualidad.

¿El camino del medio es la mitad de cada lado?

El camino medio no es el de la mitad ni tiene dos lados. Algún maestro Zen lo ha referido como: Vacío amplio y nada sagrado en él. Pureza absoluta, apertura sincera, franca desnudez.

¿Qué es el “despertar” al que se hace tanta referencia en el Zen?

Despertar significa saber lo que en realidad no es. Es dejar de identificarnos a nosotros mismos con cualquier “objeto” de conocimiento. El despertar casi necesariamente acarrea una sensación de alivio porque pone fin al habitual calambre psicológico de tratar de apresar la mente con la mente.

Para conocer la mente deberá ir mas allá de la propia mente.

¿Existen referencias de tal Despertar en la cultura occidental?

La famosa “Caverna de Platón” es un referente de la condición humana que parece desenvolverse en el seno de la ilusión tomando los reflejos de las sombras como reales. Platón afirma que sólo saliendo de la caverna se despierta a lo Real con su consiguiente liberación del sueño en el que vivimos inmersos. Y e general toda la mística cristiana apunta al estado despertar como “Mi reino no es de este mundo” o “La vida es sueño”…

Para lograr tal despertar

¿Es necesario dejar el mundo, la familia, el sexo, el dinero…?

El Despertar tiende a no ocurrir mientras se está intentando escapar del mundo pensando que en la negación del progreso o en la huida de las propias responsabilidades está la libertad. Conviene no huir de la particular experiencia que uno sabe que debe enfrentar y dejar que cada cosa ofrezca su aprendizaje tal como es, superando las resistencias y hallando la paz en el remolino de cuanto nos sucede.

“No os separéis del mundo tratando de ordenarlo a vuestro alrededor”.

Desde la perspectiva de un “camino de vuelta” se afirma un “fluir” en el que la libertad con mayúsculas se puede lograr desde la atención expansiva de la consciencia, un salto evolutivo que no tiene porqué resultar incompatible con lo que cada cual ha elegido: Bien sea la familia y una compleja vida profesional, bien sea el arte, la naturaleza y un cultivado retiro interior. En realidad, ya decía Lao Tsé hace tres mil años:

“Todos los radios de la rueda llevan al centro”

Así como todos los caminos conducen a la profundidad del Ser, tan sólo hay un punto de encuentro para entrar en dicho estado de amor y lucidez, y ése es el AHORA.

¿Son los Maestros Zen gente carismática y especial?

Los maestros Zen son profundamente humanos. Se enferman y mueren, conocen alegrías y tristezas, observan las propias trampas de su mente y otras pequeñas debilidades del carácter como cualquier otra persona, y no están libres de enamorarse y tener una relación plenamente humana con el sexo opuesto.

Parece que lo perfecto en el Zen es no querer ser perfecto

La perfección del Zen consiste en ser total y simplemente humana. El adepto al Zen se diferencia del hombre y la mujer comunes en que estos últimos de una manera u otra tienen dificultades con su propia humanidad e intentan ser ángeles o demonios.

¿Qué enseña el maestro Zen?

La posición básica del Zen es que no tiene nada que decir, nada que enseñar. El maestro no “ayuda” al discípulo, puesto que ayudar de la manara que habitualmente se entiende, sería entorpecer. Por el contrario, en cierto momento del camino, el maestro sale a poner obstáculos y barreras al camino del estudiante. El discípulo Zen no sabe realmente Zen si no lo descubre por sí mismo.

“Si una imagen vale más que mil palabras, un bocado vale más que mil imágenes”.

Supongo que los maestros Zen enseñan realmente algo a sus discípulos

Los maestros, muy a menudo, contestan de un modo que parece ser poco serio o decididamente insolente. Toda explicación, a pesar de lo detallada o sutil que pueda ser, mira sólo un pequeño lado de aquello que tiene dimensiones infinitas. En realidad, se opta por pensar que muchas de las explicaciones esperadas sobre el Zen lo que hacen es añadir otra idea a la que ya se tiene. Un adepto considera que si un estudiante no puede igualar o sobrepasar a su maestro, los dos han fracasado.

¿Cuando se llega al despertar?

Viajar es estar vivo.

“El camino es mejor que la posada”.

Lo importante de tal arte es practicarlo independientemente del resultado. Los placeres del viaje no consisten tanto en llegar donde uno quiere cuanto en las inesperadas sorpresas que ocurren durante el trayecto.

¿Es la meditación una forma de viaje al más allá de la mente?

En un método validado para ello. En realidad, para la mente lúcida no hay ni pasado ni futuro sino sólo este único momento que los místicos occidentales han llamado el eterno ahora.

¿Qué pasa con el pasado y el futuro?

El pasado y el futuro son tan sólo ilusiones mentales pasajeras inherentes a un estado de conciencia propio de la mente racional. Más tarde, unos y otros van descubriendo que el “presente atemporal” es lo eternamente real. Con trabajo interior se da uno cuenta de que la sucesión lineal del tiempo es una convención de nuestro pensamiento verbal. Una convención que se mueve en una sola vía de la conciencia y que interpreta el mundo aferrando pequeños trozos a los que da el nombre de cosas y sucesos.

Sólo existe este ahora.

No viene de ninguna parte; no va a ninguna parte.

¿Qué significa el Zen para una mentalidad cristiana?

El cristiano practica Zen y con ello apuesta por un nuevo modo de abismarse en el estado de Ser que le lleva a superar la limitación de su pensar objetivo. El hecho de que los cristianos se hayan dirigido al Zen sin contradicción alguna con sus propias creencias, sino como una ayuda en su camino espiritual es muy comprensible si se contempla el interés creciente de los mismos por las diversas formas de meditación oriental. El reconocido jesuita alemán Hugo Enomilla-Lasalle afirma en múltiples escritos que la meditación Zen puede ayudar a los cristianos a llegar a la experiencia de Dios.El cristianismo valora la trascendencia que ciertamente puede observarse de forma central y directa en la meditación Zen.

¿En realidad dónde lleva la práctica del Zen?

El Zen ante todo, nos presenta un camino que lleva al despertar de la propia naturaleza esencial y, por lo tanto, a la profundidad del ser humano. Y aunque fue iniciado en el ámbito de la religión budista, su práctica trascendió toda doctrina o creencia religiosa por amplia que ésta fuese. Actualmente la “cultura del samurai” está siendo aflorada en todo el mundo como un reconocido valor de coraje, disciplina y ausencia del miedo a la muerte.

Preguntó un estudiante-¿Cuál es la verdad más profunda de las enseñanzas sagradas?

El maestro Zen respondió: -El vacío y no la santidad.

Un maestro Zen dijo al respecto: “Si una persona parece tan santa como para llamarla de esa manera, su desarrollo espiritual está incompleto. Si estuviese totalmente desarrollada, no podrías decir nada de ella, estaría más allá de la descripción o la clasificación” .

¿Qué es lo que busca el practicante de Zen?

El Zen apunta al descondicionamiento de la mente que es una forma de nombrar la Iluminación. La práctica Zen conduce normalmente al “Satori”, es decir, a un repentino despertar que D.T. Suzuki consideró como la quintaesencia del Zen. Desde otra perspectiva, el Zen en Occidente se ha incorporado al ámbito de la psicoterapia ya que su práctica conlleva una progresiva liberación de patrones soterrados en el ámbito de lo subconsciente. Desde esta perspectiva de armonización mental, la práctica sistemática del Zen conlleva una ampliación de consciencia que disuelve esquemas reactivos y conductas automatizadas de carácter neurótico.

La práctica del Zen entonces ¿es una forma de terapia?

Cuando preguntaron a Erick Fromm si el Zen podría ayudar al equilibrio emocional y mental contestó: “Es el único camino hacia la salud mental”.

¿Cómo concibe el mundo un ser “liberado”?

El “liberado” ve el mundo que nosotros vemos pero no lo mide y divide de la misma manera que nosotros. Puede decirse que su percepción no considera la realidad como dividida en sucesos y cosas separadas. Ve que, por ejemplo, la piel puede considerarse tanto como lo que nos une al ambiente como lo que nos separa de él. Ve además que la piel será algo que une, sólo si antes ha sido considerada como la que separa o viceversa. Desde esta perspectiva, unir es tan ilusorio como separar. ¿Cuesta tanto advertir que los objetos son también sucesos, y que nuestro mundo es una sucesión de procesos más que de entidades?

¿Entonces el Zen dónde se sitúa?

Más allá de toda intención o ámbito de lo que consideramos “mente” y su consiguiente dualidad. La práctica del Zen libera al ser humano del conflicto que ocasionan los juicios y las ataduras de bueno-malo, mejor-peor. Para el Zen, las cosas suceden en un presente continuo desde el que todo es tal cual ES, sin adjetivaciones o anticipaciones condicionadas por una memoria que roba la sorprendente novedad de cada instante. Es una manera de vivirse en la espontaneidad original del niño supraconsciente. ¿Recuerde aquella frase evangélica de:

“Sed como niños para entrar en el reino de los cielos?

Nos ha costado mucho dejar de ser niños…

Si por eso no se dice sed niños… sino como niños. No se trata de reducir la mente humana a una regresiva vacuidad pueril, sino de poner en juego capacidades insospechadas de inteligencia espontánea e innata.

“Es el arte de dejar en paz a la mente”

Tengamos en cuenta que los opuestos: luz y tinieblas, bien y mal, placer y dolor, son los elementos esenciales del juego pues aunque la Deidad se identifica con aspectos como la Verdad, la Conciencia y la Gloria, por el contrario el lado oscuro de la vida forma parte integrante del juego de la mente. Tengamos en cuenta que todo drama tiene que tener su villano y, en la partida de la vida, todas las cartas deben ser barajadas, es decir, puestas en una especie de caos a fin de que el juego pueda desarrollarse con sentido.

“El agua que es demasiado pura no tiene peces”.

¿Está usted dando fuerza al lado oscuro de la vida?

Se trata de penetrar con la mirada en la universal ilusión de que lo bueno o agradable puede ser arrancado de lo malo y doloroso. Convertir en ideal la persecución del bien es como querer desembarazarse de la izquierda doblando constantemente hacia la derecha.

El bien, el mal, lo agradable y lo doloroso son tan inseparables, tan idénticos en su diferencia –como las caras de una moneda-. En el camino hacia la propia profundidad, la Bondad y la Alegría sin opuesto brotarán tal cual.

¿Dónde queda la propia elección del camino a tomar?

En un momento del Camino se considera que el hecho de elegir es una ilusión porque no hay elección. No sudamos porque hace calor, sudar es calor. Es tan cierto decir que el sol es debido a los ojos como decir que los ojos ven debido al sol. Somos libres de decidir porque la decisión “ocurre”, sentimos que decidimos y eso “sucede”.

¿Usted tiene alguna vez sensación de que elige?

Tengo la sensación de que estoy decidiendo todo cuanto ocurre o por el contrario siento que todo, inclusive mis decisiones ocurren espontáneamente. Pues el más libre de mis actos ocurre como el hipo dentro de mí, o como el canto de un pájaro a mi lado. En un tramo avanzado del Camino se trata más bien de no dar tanta importancia al lugar a donde uno va en comparación con el lugar en donde uno está, es decir se trata de que pierda sentido ir allá.

¿Y qué pasa con nuestros ideales?

La vida del Zen comienza con la desilusión respecto a la persecución de ideales. Consideremos que los ideales se conforman en la propia mente desde la carencia de una concreta idea, posteriormente “idealizada”. Por ejemplo, cuando una persona anhela el ideal de la justicia por ejemplo, es que generalmente se ha carecido de la misma.

Si el hombre busca al Buda, ese hombre pierde al Buda.

Tal inconfundible tono de sinceridad es el que caracteriza la acción que no ha sido estudiada y planeada.

¿No debemos buscar a Dios?

Respecto a la naturaleza de Dios alguien dijo

“Se parece mucho a cabalgar un buey en busca del buey”

¿Cómo vamos a buscar algo que ya somos?

¿Qué pasa entonces con nuestra manera habitual de pensar?

El Zen ha llegado a la convicción definitiva de que nuestra manera habitual de pensar es incapaz de satisfacer realmente nuestras necesidades espirituales más profundas. Debido a ello utiliza determinadas prácticas como la del Za Zen, el koan y otras más para ir trascendiendo la lógica y sus límites mentales.

¿El Koan?

¿Qué ruido hace una mano al aplaudir?

“Cuando paso sobre el puente no es el agua la que corre, sino el puente.”

“Cuando bebe Tomás, agarra Diego una borrachera”

“Ayer por la tarde relinchaba una caballo de madera y un hombre de piedra daba cabriolas”.

El Zen quiere que nosotros consigamos un punto de vista totalmente nuevo que nos permita profundizar en el misterio de la vida y en los secretos de la naturaleza. Mientras consideremos a la lógica como algo definitivo, no disfrutamos de la libertad del espíritu y los hechos Reales de la vida seguirán pasando inadvertidos.

“Los árboles de hierro se hallan en plena floración”.

¿No resulta un poco ambiguo e incomprensible?

Ocurre que estamos acostumbrados a términos absolutos, a principios y leyes firmes a las que aferrarnos para sentir una efímera seguridad psicológica y espiritual. A ello se debe que actualmente haya tanto interés en indagar en una forma de vida ZEN que se siente muy cómoda en el “Vacío” y que no sólo no se atemoriza ante él, sino que más bien siente un placer positivo. Vacuidad es un término que se usa para expresar aquello que no tiene cualidad y no tiene edad. Es completamente vacío y plenamente potente.

“Arriba ni una teja para cubrir la cabeza”

abajo, ni un centímetro donde asentar el pie.”

El vacío comúnmente parece ser una carencia y en este sentido para cualquier persona normal no resulta apetecible.

El vacío no es una carencia sino el estado de conciencia anterior a la definición de todo objeto y realidad. ¿Qué puede ser ese vacío sino el sustrato de donde emergen todos los fenómenos y a donde todos retornan inevitablemente? La disciplina práctica que caracteriza el camino de liberación consiste en el progresivo desprendimiento o vaciamiento del ser esencial de toda identificación.

Me abruma y tampoco creo que entiendo demasiado. ¿Qué enseña el Zen?

El Zen no enseña nada. Las doctrinas que se enseñan en el Zen provienen del propio interior de cada uno. El Zen no tiene Dios alguno que adorar, no tiene ningún rito ceremonial, ningún futuro en el más allá, y no admite alma alguna cuya salvación debiera ser pensada por cualquier otro. El Zen es una nube suspendida en el cielo, no la sujeta ningún tornillo, ningún cordel la aprisiona. Se mueve como le place.

El Zen siente que el fuego está caliente y el hielo frío.

El camino para elevarse a Dios es aquel que consiste en descender en ti mismo. La idea fundamental del Zen es la entrada en contacto con las fuerzas más profundas de uno mismo. Toda autoridad del Zen procede del interior.

Parece deducirse que el Zen busca la liberación individual, pero qué pasa con las demás personas que nos rodean, ¿acaso no parece algo narcisista y egocéntrico?

En lo más íntimo del Zen hay una gran compasión nada sentimental por los seres humanos que sufren debido a los intentos mismos que hacen por liberarse. En este sentido, el amor y la iluminación no son diferentes, o bien la compasión y la lucidez no están separadas. Todos los sistemas de liberación, al señalar la experiencia del satori son coincidentes al señalar que integran los dos caminos o conceptos atribuidos a la mente y al corazón, es decir a la lucidez y al amor. De hecho la figura del Bodhisattva

representa a un adepto que ha renunciado al nirvana retornando a un mundo desde el que ayudar por compasión a todos los seres que en él se hallan y todavía no han “despertado”. Este adepto que encarna el amor y la compasión se encuentra en un nivel espiritual más alto que quien se ha ya retirado de la rueda del mundo y sus vaivenes.

Cuando le preguntaron a un maestro Zen dónde iría la morirse, replicó:

“Al infierno, porque allí es donde se necesita más ayuda”.

¿Qué es el Nirvana? A mi me suena como un estado ajeno

El concepto “nirvana” es un estado supraconsciente que se relaciona con la cesación de las vueltas de la mente. Estas vueltas son los pensamientos con los que la mente trata de captar el mundo y de captarse a sí misma. Zen es la práctica que tiene como finalidad descubrir el estado natural de una mente libre de confusión. Nirvana no es la desaparición ni el paso a un estado de pasiva “colgadera”, sino simplemente un estado de plenitud que no puede definirse y que por tanto es inconmensurable e infinito. En dicho estado, no existe separación entre la mente y las experiencias: hay simplemente un proceso en el que no hay nada que captar como objeto, ni nadie, como sujeto para captarlo.

Como una espada que corta, pero que no puede cortarse a sí misma.

Como un ojo que ve pero que no puede verse a sí mismo.

Suena a unidad.

Observe como el agua se adapta a todas las circunstancias. El agua cede pero lo conquista todo. Las nubes y el agua pueden recordar al ser humano perfeccionado cuya vida está caracterizada por la libertad y la flexibilidad para adaptarse a las circunstancias variables. De esta manera vive sin tensión ni ansiedad.

¿Entonces el Zen qué fomenta en cuanto a orientación de actitud?

La práctica del Zen fomenta de manera sutil la moral y la acción noble y responsable al sofocar las llamas de la avaricia, la cólera y los pensamientos ilusorios que suelen abrasar a la mente humana. Conforme el proceso avanza, se libera la compasión y el amor que existe dentro de cada ser esencial.

¿Qué significa el término profundidad en el contexto de la conciencia?

La experiencia profunda no está accesible para el observador superficial. Las ilusiones y apegos de los primeros tiempos de la condición humana forman parte de un pensar egocéntrico y conceptual que oscurecen la profundidad. De la misma forma que en las aguas agitadas no se vislumbran los fondos, por el contrario en las aguas calmas y sosegadas todo es transparencia.

En este sentido, ¿hacia dónde apunta el Zen?

Parece que el Zen quiere tomar partido a favor de la acción frente a la reflexión y se llama a sí mismo “sin mente” o “sin pensamiento”. Da respuestas instantáneas e impremeditadas. En otras palabras, si vamos a reflexionar, reflexionemos simplemente sin reflexionar sobre la reflexión.

Pregunta el discípulo: -¿Qué es el Zen?

Responde el maestro: -Sigue caminando
--
Hay un proverbio chino que dice:
"Cuando el ojo no está bloqueado, el resultado es la visión. Cuando la mente no está bloqueada, el resultado es la sabiduría, y cuando el espíritu no está bloqueado, el resultado es el amor." Ser transformado en amor, eso es amar a Dios

Recibido del Grupo Google "brainwavelab"

Documental: Día Mundial del Tai Chi y Chi Kung 2010









Fuente: www.taichienuruguay.com

lunes

Dos claves para regular la respiración y la circulación energética

Por el Maestro Yang, Jwing-Ming.


Las claves para regular la respiración y la energía se encuentran en dos partes del cuerpo: el punto huiyin localizado entre los genitales y el ano (el perineo) y un punto ubicado en el borde del paladar, justo por encima de los dientes, en el centro. (…)

Uno de los secretos se encuentra en aprender cómo controlar el perineo. Este punto es la puerta que controla el yin y el yang del cuerpo. Huiyin significa “encuentro del Yin” en chino ya que es el lugar de reunión de cuatro meridianos yin extraordinarios. Cuando esta puerta se abre al relajar el perineo, la energía yin es liberada. Cuando la puerta se cierra al contraer el perineo, la energía de los cuatro meridianos yin es preservada. Es debido a esto que el huiyin puede controlar el estado del yin y el yang del cuerpo.(…)

La otra clave se encuentra en el paladar. Los taoístas consideran que el paladar es el lugar de conexión entre los meridianos de Vaso Gobernador y Vaso Concepción. Normalmente el paladar no está conectado con la punta de la lengua, por este motivo la energía se estanca en el área de la garganta para emitir los sonidos. Debido a este estancamiento, la boca está seca y los meridianos no se encuentran conectados. Sin embargo, si se practican artes marciales o qi gong sin la necesidad de emitir sonidos, es necesario conectar la punta de la lengua con el punto ubicado en el borde delantero del paladar, justo por encima de los dientes, en el centro. De esta manera los meridianos de Vaso Gobernador y Vaso Concepción quedan conectados.

Cuando esta conexión sucede, la raíz de la lengua genera saliva para humedecer la garganta y callar el fuego del yang permitiendo que la energía circule entre los dos meridianos sin estancamiento. A esto se lo llama “soltar el agua celestial” y a la conexión entre la lengua y el paladar se la llama “construyendo el puente de urracas”. Según la leyenda, miles de años atrás un campesino y una criada se encontraban una vez al año, el decimoséptimo día de la séptima luna en un puente a través de la Vía Láctea. Este puente estaba formado por urracas. Esta historia simboliza la conexión entre le yin y el yang en el qi gong. Cuando yin y yang se encuentran, el cuerpo se armoniza.

Cuando la saliva es generada en una cantidad considerable, se debe tragar y utilizar la mente para guiarla hacia el dantien. Esto ayudará que el fuego descienda y el cuerpo se enfríe.

Si al practicar tai chi chuan es posible aplicar estas dos claves dentro de la respiración natural, los beneficios que brinda la disciplina se verán reflejados en un corto tiempo. Al principio es difícil controlar el perineo de manera suave y natural. Además, una sensación de incomodidad y tensión puede aparecer debido a la posición de la lengua. Sin embargo, luego de algún tiempo de práctica será más fácil y cómodo incorporar estas claves a la práctica haciendo a la misma más eficiente y benéfica.


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Artículo original:
“Two Keys for Regulating Your Breathing and Circulating Qi”
by Dr. Yang, Jwing-Ming, February 21, 2008 - ©2009 YMAA
http://www.ymaa.com/articles/qigong-meditation/regulating-breathing

Tai Chi del Parque – Córdoba, Argentina – Instructora Marcela Thesz


REQUERIMIENTOS PARA PRACTICAR CHI KUNG

- Es recomendable practicarlo en un espacio abierto y si es posible en contacto directo con la naturaleza.

- Cualquier momento es bueno aunque los maestros del Chi Kung consideran la salida del sol como el más apropiado por ser la hora de la energía creativa.

- También es bueno practicarlo en grupo para aprovechar las interacciones dinámicas entre los participantes.

- Se comienza con los masajes, éstos estimulan la energía y su circulación por los meridianos (vías invisibles de circulación del chi) de todo el cuerpo. Activan y refuerzan el organismo en general.

- Los primeros masajes son la fricción de manos, cara y cabeza. Luego friccionar el cuero cabelludo con la yema de dedos, ojos, nariz, labios, orejas, palacio del viento (hueco a izquierda y derecha en la base del cráneo), nuca, ángulo entre clavícula y esternón (centro vitales).

- Masaje con el puño en la zona renal realizando giros y luego golpecitos.

- Fricciones en los brazos bajando por la parte interna y subiendo por la externa.

- Fricciones en las piernas: descendiendo por la cara posterior y subiendo luego por la cara interna.

- Recuerda que el cuerpo debe estar relajado para que exista mayor concentración.

- Serenar nuestro espíritu con una sonrisa interior capaz de llenarnos de alegría y serenidad, manteniéndonos abiertos a la recepción y circulación de energía.

- El movimiento del cuerpo debe ser lento para acompasar a la inspiración y espiración que se hace profunda y lenta. El cambio de un paso a otro se realiza sin movimientos bruscos, con calma y sin pausas.

- La respiración se debe hacer más o menos profunda; sin llegar al máximo. La respiración junto con el movimiento debe hacerse así: cuando el cuerpo este recogido se exhala y al tomar aire se extiende.

- El Chi Kung no es solamente movimientos, sino también posiciones del cuerpo (parados o inmóviles) o posiciones sentadas para ejercicio de relajación o visualización.

http://www.consejos.com.mx/requerimentos_para_practicar_chi_kung.htm

Fuente:
www.efdeportes.com
www.naturamedic.com
www.saludymedicinas.com.mx

domingo

DEL TAO.....

Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir una palabra por la boca, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu chi. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de chi. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo, escucha y refleja la energía. El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida. Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracasos. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna. Aprende a ser como el universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios, siendo como un espejo sin emociones aprendemos a hablar de otra manera. Con el mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permite que una comunicación sincera y fluida exista. No te dés mucha importancia, sé humilde pues cuanto más te muestras superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones. Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de la opinión de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible e insondable como el Tao. No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre que nos da de lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, sus virtudes y a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos inevitablemente. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros. No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar consciencia profundamente de la situación te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que dicen sí muy fácilmente porque saben que ese famoso sí no es sólido y le falta valor. Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría. Si realmente hay algo que no sabes o que no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego porque le gusta saber todo, siempre tener razón y siempre dar su opinión muy personal. En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace ver que sabe. Evita el hecho de juzgar y de criticar, el Tao es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu opinión muy personal, y es una pérdida de energía, es puro ruido. Juzgar es una manera de esconder sus propias debilidades. El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra. Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resulto de ti mismo. Deja que cada quien resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás mostrando que las opiniones de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz. Tu silencio interno te vuelve impasible. Haz regularmente un ayuno de la palabra para volver a educar al ego que tiene la mala costumbre de hablar todo el tiempo. Practica el arte de no hablar. Toma un día a la semana para abstenerte de hablar. O por lo menos algunas horas en el día según lo permita tu organización personal. Este es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo del Tao ilimitado en lugar de tratar de explicar con las palabras qué es el Tao. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente. Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si tu ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno, y todo tu ser se envenenará rápidamente. Quédate en silencio, cultiva tu propio poder interno. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser. Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del Tao.

(Extraído de la web)

lunes

A los 82 años rompe record mundial de atletismo. | Vida Ok

Hola amigos;
Les dejo este link dónde se cuenta la historia de Hugo Delgado Flores que a la edad de 65 años comenzó a entrenar en atletismo y fue varias veces medalla de oro.
NO HAY EDAD PARA HACER DEPORTE Y EN ESPECIAL PARA EMPEZAR A PRACTICAR CHI KUNG, dónde lo que buscamos es mejorar la salud, obtener mejor calidad de vida y ser longevos.
Néstor Melgarejo

A los 82 años rompe record mundial de atletismo. | Vida Ok